viernes, 14 de mayo de 2010

wynton marsalis

La inconfundible voz de Billie Holiday cambió con el tiempo. Su primera grabación a mediados de 1930 mostró una voz infantil y llena de vitalidad. A inicios de 1940 su forma de cantar comenzó a ser más sugerente por su habilidad a la hora de interpretar. Fue por este tiempo cuando ella grabó su personal "Strange Fruit" y "I Cover the Waterfront". Muchos describieron su voz como cariñosa, dulce, desgastada, experimentada, triste y sofisticada. A medida que creció, los efectos de su abuso continuo a las drogas cambiaron considerablemente el registro de su voz convirtiéndola en algo más ronca. Su última gran grabación fue "Lady in Satin", lanzada en 1958 y revelaba a una mujer con un registro limitado, pero con un fraseo y una emotividad maravillosa. La grabación tuvo el respaldo de una gran orquesta dirigida por Ray Ellis. Ellis dijo del álbum en 1997: "Podría decir que el momento más emocionante fue cuando la escuché interpretar "I'm a Fool to Want You". Había lágrimas en sus ojos.... Después de terminar fui al salón de control y escuché todos los temas. Tengo que admitir que fui infeliz con su presentación".

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